Nada

Etapa 10: Burgos – Hontanas

Distancia: 31 kilómetros

Avituallamiento: maíz Grefusa

Canción que hoy se repite en mi cabeza mientras camino: ninguna

Salgo de Burgos sigilosamente para no despertar al monstruo, que ahora es una sombra inmensa, una masa negra agazapada en la mañana todavía oscura. Lo dejo de lado y salgo de Burgos para adentrarme en la meseta castellana más profunda. Después de una parada en Tardajos a tomar un café y de atravesar otro pueblo, entro en el paisaje que en los próximos días va a ser el decorado de mis pasos. Esto es lo que veo, por riguroso orden de aparición:

km 13: nada

km 14: nada

km 15: tierras de labranza en las que ahora mismo crece… nada

km 16: nada

km 17: nada

km 18: nada

km 19: nada

km 20: nada

km 21: nada

km 22: nada

km 23: nada

km 24: nada

km 25: un árbol

km 26: nada

km 27: nada

km 28: nada

km 29: una señal...

...que anuncia que faltan dos kilómetros para llegar a Hontanas. Miro a mi alrededor: nada. Nada al oeste y al este y al sur y al norte. Es imposible que el signo esté bien. Estoy en una posición elevada desde la que se domina toda la meseta vacía, una nada interminable que alcanza todos los horizontes a mi alrededor y no hay rastro de ningún área habitada, grupo de casas, casetas de aperos, cuadras… nada. El sol quema. Un buitre me sobrevuela… Sigo caminando y pronto me topo con otra señal: 0,5 km. a Hontanas. Vuelvo a mirar alrededor: NADA. Quizá el viento haya arrancado la señal en otro lugar y la haya clavado aquí, voy pensando mientras sigo andando bajo la mirada del buitre. Y de pronto, el suelo se abre y ahí delante, en un inmenso agujero en el que estoy a punto de caer yace Hontanas, resguardada del viento y de la vista, varios metros por debajo del nivel del suelo de la meseta. Además de los peregrinos que van llegando poco a poco, en el pueblo sólo hay dos mujeres que, heroicamente, se han quedado a esperarnos para darnos de comer y de beber y ofrecernos unos cuantos colchones en los que descansar. Lo necistaremos. La travesía del páramo castellano-leonés se prevé larga y dura.